La docencia santafesina, a través de su representación sindical, rechaza la decisión política de “premiar” a lxs docentes que no tengan inasistencias en las escuelas. Las razones son diversas y muy fundadas.
Nosotras, las mujeres docentes queremos señalar de manera especial, que esta medida está sustentada en matrices machistas y patriarcales. Las mismas que desde hace mucho tiempo estamos intentando erradicar de la sociedad a través del Movimiento de mujeres y trabajando con empeño en las escuelas a través de la ESI. Son matrices que se filtran acríticamente y se instalan en el sentido común de cualquier comunidad, organización, institución. Consideramos que es más serio, cuando se promueve desde la política de estado. Y en relación a esto es que queremos expresar nuestro posicionamiento:
Sabemos que la mayor parte de la población docente está conformada por mujeres. Tanto es así que nuestro país es uno de los que tiene la mayor tasa de feminización de la profesión. Este dato tiene que ver con una tradición cultural fuertemente arraigada en nuestra sociedad, que por décadas se encargó de vincular la docencia a la tarea de cuidados, incluso romantizando el trabajo docente, despojándolo de su pertenencia a la clase trabajadora, alentando aquel estereotipo de “la segunda mamá”. Por suerte las luchas, el tiempo, los discursos y las ideas han ido politizando y problematizando aquellas figuras hegemónicas funcionales al patriarcado y hoy estamos obligadxs a pensar la realidad de manera más dinámica y compleja. Podemos decir con certeza que las mujeres trabajadoras docentes somos mayoría en el ámbito educativo, sin embargo nuestras vidas cotidianas continúan reproduciendo los roles que se nos imponen socialmente y que lamentablemente asumimos individualmente dentro del sistema. Las mujeres docentes somos las que mayoritariamente cuidamos a nuestros hijxs enfermos, a nuestrxs padres adultos mayores cuando lo requieren, somos las que parimos y cuidamos a nuestrxs pequeñxs los primeros meses de crianza. Estas tareas muchas veces las asumimos siendo único sostén de familia y afrontando en estos momentos una crisis económica que nos impide dar el bienestar mínimo a nuestro grupo familiar, ya que los míseros aumentos que hemos recibido están muy a destajo de los índices inflacionarios y nuestros sueldos docentes por debajo de la línea de pobreza.
Sabiendo todo esto, el gobierno provincial decide “premiar” la presencia frente al aula con un monto que se financia con el “ahorro” de toda la población docente. Sin embargo el beneficio será mayoritariamente para los varones, que no asumen todas estas tareas de cuidado que, como se señaló anteriormente, si lo hacemos las mujeres ejerciendo el derecho de utilizar las licencias necesarias y pertinentes.
Consideramos entonces que una medida de esta naturaleza es profundamente discriminatoria por razones de género, que promueve y reproduce matrices machistas alimentando una mirada despectiva y peyorativa del trabajo de cuidados. El gobierno ha planteado con esta temática, un discurso que desconoce los debates y las discusiones profundas que estamos dando desde el movimiento de mujeres para desnaturalizar el trabajo de cuidados no pago, que les ha permitido a los varones desarrollarse profesionalmente y acceder a espacios de poder, que aún luchamos por igualar oportunidades.
El gobierno debe incorporar la Perspectiva de género en sus decisiones políticas para estar a la altura de los tiempos que corren y atender al camino de lucha que las mujeres venimos andando, aspirando a una sociedad justa e igualitaria…hasta que todo sea como soñamos
Departamento de políticas de Género del SADOP