25N: Políticas de Estado que ejercen violencias

 

En un contexto de ajuste y recesión conmemoramos un nuevo 25 de noviembre, fecha que nos remite a pensar en las muchas violencias que habitan y determinan nuestras vidas cotidianas.

Nuestra mirada crítica y atenta se ha agudizado para interpelar y enfrentar el avasallamiento que los gobiernos neoliberales vienen realizando sobre conquistas obtenidas a través de un largo camino de lucha por la ampliación de derechos.

Sabemos que en nuestra sociedad santafesina las matrices machistas perviven y se multiplican, sin embargo cuando se reafirman desde las políticas de estado, se arraigan y legitiman. El gobierno provincial ha invertido muchos recursos para instalar mediáticamente premisas encubridoras de múltiples violencias simbólicas que viene desplegando sobre las mujeres. Las docentes hemos sido objeto de embestidas mediáticas de carácter peyorativo y discriminador. A través de una innumerable artillería de prejuicios y estereotipos, el gobierno alimentó diversos imaginarios y representaciones sociales sobre nuestro sector, por ejemplo que “las docentes faltamos cada vez que se enferman nuestros suegros y nuestros tío” haciendo un uso abusivo de las licencias. Sobre falacias y reduccionismos chabacanos nos impusieron un presentismo que nos castiga con menos salario cada vez que ejercemos nuestro legítimo derecho. Cuestión que expresa la perspectiva machista, despectiva e invisibilizadora del trabajo de cuidados que las mujeres asumimos en la vida cotidiana.

También el proyecto de reforma jubilatoria presentado por el ejecutivo y aprobado en las cámaras a libro cerrado, contiene violencia simbólica hacia las mujeres, borrando el criterio de discriminación positiva del régimen anterior que contemplaba los años que destinamos a la crianza de los hijos e hijas, garantizándole a la sociedad toda el cuidado de las nuevas generaciones. Trabajo no remunerado, que nos ha llevado en muchos casos a resignar años de carrera profesional e independencia económica, entre otras cosas.

Nuestro sector, conformado mayoritariamente por mujeres, está haciendo frente a la crisis con salarios por debajo de la línea de pobreza. Las medidas discriminadoras, que atomizan nuestro colectivo, donde muchas de nosotras quedamos excluidas, no hacen más que profundizar el contexto de ajuste en las economías familiares, de las que -en muchos casos- somos único sostén. Muy lejos de promover políticas de jerarquización del trabajo docente, nos invitan a agregar una hora más de jornada laboral, en un contexto de crisis, donde dicha jerarquización debería pasar por salarios por encima del costo de vida.

La violencia económica que estamos atravesando, también tiene que ver con desdibujar el rol negociador de la mesa paritaria y la toma de decisiones arbitrarias, unidireccionales, que muestran la incapacidad para escuchar la voz del sector docente y llegar a acuerdos que respondan a nuestras necesidades.

La arremetida hacia los sindicatos, avasallando el derecho constitucional a huelga y aplicando políticas de extorsión que afectan nuestra participación sindical es sin duda violencia política desplegada sobre las mujeres sindicalistas que asumimos con convicción la defensa y ampliación de los derechos de nuestro sector.

Hemos presentado en su momento a la funcionaria Alicia Tate, un documento en el que exigimos el monitoreo de las políticas de gobierno para garantizar igualdad. No solo no hemos recibido respuestas sino que las decisiones se han profundizado en el sentido contrario: más machismo, más discriminación, más desvalorización de nuestro trabajo en un contexto de ajuste y recesión económica.

Por ello sostenemos que las MUJERES Y DISIDENCIAS DEL SECTOR DOCENTE somos depositarias de múltiples VIOLENCIAS por parte del gobierno provincial.

 

Exigimos urgente PERSPECTIVA DE GÉNERO en las políticas de Estado.

BASTA DE VIOLENCIAS!!

 

DEPARTAMENTO DE POLÍTICAS DE GÉNERO DE SADOP SANTA FE

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