Paramos porque tenemos un compromiso activo dentro del Movimiento de mujeres y disidencias, ya que la lucha por la igualdad de géneros sigue siendo un desafío en diversos espacios. En nuestras vidas cotidianas y particularmente en nuestro ámbito de trabajo, las escuelas privadas, lo podemos ver claramente.
Somos las mujeres las que día a día en los hogares asumimos mayoritariamente el trabajo de cuidado (especialmente la crianza de hijxs, cuidado de enfermxs o padres mayores), mientras que la mayoría de los hombres pueden desentenderse fácilmente de estas tareas, incluso de sus responsabilidades parentales.
En nuestros ámbitos laborales las desigualdades son diversas y persistentes ya que están sostenidas por una trama muy firme dentro de la Cultura escolar. Las asimetrías de poder entre lxs trabajadorxs y las patronales se profundizan cuando somos mujeres y/o disidencias.
SADOP ha elaborado una propuesta de Protocolo contra la Violencia de Género para las escuelas privadas pensada en el marco de los Comités Mixtos de Higiene y Seguridad. Consideramos que ésta es una herramienta de urgente tratamiento y discusión, ya que permitiría prevenir y erradicar muchas situaciones de maltrato que hoy están silenciadas e invisibilizadas.
Las docentes seguimos estando desprotegidas cuando afrontamos la situación de tener que denunciar el abuso de un menor. Necesitamos revisar y mejorar el protocolo de actuación para que nuestras identidades sean resguardadas y podamos tener una intervención segura.
La implementación de la ESI sigue siendo un tema pendiente en las instituciones privadas, donde las patronales obstaculizan y niegan su efectivo cumplimiento. Solo cuando su abordaje sea una realidad, empezaremos a tener generaciones empoderadas, capaces de hacer frente a las desigualdades existentes.
La salud física y mental de las Trabajadoras requiere de un ámbito laboral libre de violencia. Por ello promovemos el cumplimiento de nuestra Ley Nacional de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la Violencia Contra las mujeres, como así también el cumplimiento del Convenio 190 y la recomendación 206 de la OIT.
Paramos porque queremos escuelas igualitarias donde las mujeres y disidencias podamos TRABAJAR con la tranquilidad de construir una sociedad más justa.